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Mostrando entradas de febrero, 2022

“Oralia Nohemí Figueroa Barrera”

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 “Oralia Nohemí Figueroa Barrera” Una flor desde que es un botón empieza a develar, la naturaleza de la que fue hecha... Oralia Nohemí, fue de esas niñas calladas, pero que siempre puso de manifiesto su temple y carácter. Siempre dispuesta a ayudar y participativa en las actividades extra aula. Ella era de las niñas más chiquitas, pero llegando a sexto primaria, de repente creció y a muchos en estatura nos superó por un tiempo. Buena para dibujar y pintar, que la seño Rosa le decía que tenía madera para ser artista. Hoy es una mujer emprendedora, que no ha perdido su esencia. Oxwell L’bu copyrights 2022 #EscuelaDarioGonzalez

“Mercedes Elisa Lainfiesta Striker”

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 “Mercedes Elisa Lainfiesta Striker” Quien busca transmitir, la excelencia, debe de llenarse de infinita paciencia y perseverar, para que los frutos se empiecen a notar. Mercedes Elisa Lainfiesta Striker, nació en el departamento de Suchitepequez un 26 de mayo de 1939. Años después se traslada a ciudad de Guatemala, donde emprende la abnegada profesión de maestra; es una de las maestras fundadoras de la escuela Darío Gonzales en su jornada vespertina, de la Colonia primero de Julio. En dicha escuela, dedicó años de su vida, no solo a enseñar, sino también a transmitir la excelencia.  Era una mujer que devoraba los libros en su lectura, escribió cuentos y poesía, y siempre estuvo en constante estudio y preparación para transmitir a sus alumnos las mejores enseñanzas. Era ella, junto a otras maestras, la que preparaba a los alumnos de ambas jornadas, que representarían a la escuela, en el afamado programa Mentes Sanas del profesor Rubén Alfonzo Ramírez. Esto lo hacía fuera de los horario

“De regreso a clases, después del terremoto”

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 “De regreso a la escuela, después del terremoto” Aquella madrugada del 4 de febrero, sacudió no solo al país, también a toda su gente... Aquel año bisiesto de 1976, le sumaba un día al calendario. Recién acabábamos de empezar el año escolar. Se iniciaba el mes de febrero de manera normal; empezamos la primera semana de clases del mes, teníamos ya los cuadernos forrados y rotulados, el bolsón con los libros y esa gana de aprender y también la alegría de volver a ver a los compañeros de clase, aquel día antes, luego de clases, nos fuimos a los campos de fútbol a jugar, aunque teníamos tareas por hacer. Al llegar la noche, como siempre dejamos al lado de la cama el uniforme limpio, con los zapatos lustrados. Pero  aquella mañana, no fue nuestra madre o el despertador, quien nos despertó, fue esa fuerza que mueve la tierra, que hasta ese día no conocíamos, un terremoto. En la Colonia, se sintió con toda su fuerza, con cada segundo que parecía eterno, los perros aullaban, las casas se moví

“Cuando íbamos a la biblioteca”

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 “Cuando íbamos a la biblioteca” Cuando Google, no existía ni en sueños, ir a la biblioteca era la opción, para hacer el trabajo de investigación. Nuestros maestros buscaban despertar en nosotros, esa inquietud investigadora, el que no nos quedáramos, solo con lo que se enseña en el aula, porque es muy basto el conocimiento, qué hay mucho por aprender. Formábamos grupos de trabajo, usualmente con los que teníamos más afinidad, pero también nos solían asignar, para que aprendiéramos a socializar. Ir a la biblioteca era toda una aventura, aunque a veces se fuera Justo con lo del bus. Ir al centro de la ciudad y encontrar felicidad, en ese viaje con los compañeros.  Llegar a la biblioteca, que a los ojos de un niño era inmensa, con anaqueles interminables de libros y ese silencio lapidario que nos exigían y que no pocas veces se rompía.  Luego buscar en más de una docena de libros, los párrafos relevantes e ir anotándolos, en una libreta, la cual sería la guía, cuando ya se redactará el t