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Mostrando entradas de enero, 2022

“Ingrid Johanna Galindo”

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“Ingrid Johanna Galindo” La perseverancia y constancia, son dos virtudes, que dan como fruto la excelencia. Ingrid Galindo, siempre tan dedicada y detallista en todo lo que hacía; los cuadernos bien forrados, el uniforme siempre limpio y planchado, estudiosa y constante. Ingrid era de esas niñas serias, que de vez en vez regalaba una sonrisa, con la que su rostro se iluminaba. Siempre tenía un detalle con el que sorprendía a la maestra y a nosotros; de pocos amigos, pero siempre una buena compañera. Oxwell L’bu copyrights 2022 #EscuelaDarioGonzalez  

“Mauricio Gómez”

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 “Mauricio Gómez” La escuela te da compañeros de aula, pero la vida los transforma en amigos del camino... Mauricio Gómez, como estudiante aplicado, alguien que siempre tuve el privilegio de tener a mi lado, en esos años inolvidables de la escuela.  Entusiasta como pocos, que le ponía todo el empeño a lo que hacía y tenía mucha caridad en lo que decía. Buen futbolista, que junto con Nelson Vinicio Morales Romero  lideraban el equipo de fútbol de la clase y las chamuscas en el patio de recreo. Han pasado los años, si, pero tengo la bendición, de que sin que importe el tiempo y la distancia, sigo contando con su valiosa amistad. Oxwell L’bu copyrights 2022 #EscuelaDarioGonzalez

“Julia Castellanos”

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 “Julia Castellanos” La madures no solo la dan las Vivencias, experiencia y los años, también es una actitud de vida. Julia Castellanos, siempre mostró una gran madurez y sensatez en lo que hacía y decía. No, ella no aconsejaba, pero con el ejemplo que daba era un ejemplo a seguir. Ella, una niña alegre, que gustaba de los artistas de aquellos años y se sabía las canciones de memoria; ella es parte de esta historia, una historia inolvidable. Oxwell L’bu copyrights 2022 #EscuelaDarioGonzalez

“De caligrafía, quién lo diría...”

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 “De caligrafía, quien lo diría...” Cuando estaba en la escuela, eso de repetir y repetir la misma lección, me causaba comezón y por eso me aburría... Se hacían planas de lo mismo, para que a uno se le quedará y eso me desesperaba, pero cuando tocaba hacer esos dibujitos  para mejorar la caligrafía, eso me encantaba; aunque he de confesar que mi caligrafía no consiguió mejorar, no se si por ser zurdo o porque las musas desde pequeño me obligaban a escribir a prisa. Luego fui creciendo, más mi caligrafía no mejoro, más bien diría que empeoró. No, no me voy a justificar, pero debo confesar, que en parte es culpa de las musas y de algún maestro en la universidad, a quien era casi imposible tomarle notas, por la rapidez con la que hablaba y no repetía el mismo punto. El asunto es que esas planes si que me gustaban y en algo se parecen a mi letra, cuando escribo un intento de poesía o una canción que busca refugió en mi corazón. Oxwell L’bu copyrights 2022 #Decaligrafia

“Los actos escolares”

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 “Los actos escolares” La escuela no se trataba solo de aprender, era también ir adquiriendo esa experiencia cultural, que amplía los horizontes. De vez en vez, para celebraciones especiales, los maestros se daban a la tarea, de formar culturalmente a sus pupilos, ya fuera en obras teatrales, en canto, en declamación de poemas o en bailes de folclóricos. En aquellos años Claudia Sosa Lainfiesta  se llevaba los aplausos en la declamación, otros en la actuación, así como en el baile. En la Darío González, la  Seño Rosa Ortiz de Morales, año con año preparaba a sus alumnos con esfuerzo y dedicación, empleando tiempo fuera del horario de clases, para preparar a sus alumnos, representando diferentes obras teatrales y bailes latinoamericanos. Todo esto le daba a los chicos, una experiencia nueva, más allá de los conocimientos que se adquieren en la escuela; su dedicación llevo a sus alumnos a ser requeridos fuera de las paredes de la escuela, para llevar dichas presentaciones a otros lugares

Apenas ayer...

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 Apenas ayer... Estaba en esa escuela, que al principio fue un dolor de muela, por eso de ser zurdo y escribir de la forma que para mi era más fácil leer, de derecha a izquierda.  Si apenas ayer mis compañeros de escuela, eran los amigos del barrio, esos con los que jugabas a diario y las niñas esa pesadilla que parecía una pastilla, difícil de tragarse, pero en poco tiempo se transformaron en esas flores que con sus aromas y colores alegraban nuestro existir... Apenas ayer, cruzar ese portón, era una alegría para el corazón, porque te encontrarías con esos amigos y compañeros inolvidables. Subías esas gradas con una gran ilusión y el bolsón lleno de sueños y esperanzas. Si apenas ayer, cada lección, estaba cargada de esa emoción de aprender y descubrir, cosas que no conocías. Ah esos días de escuela, donde los lunes cívicos eran una oración a la patria y quien era abanderado se sentía más que honrado. Si apenas ayer, escribí en esa escuela mis primeras historias, que estaban cargadas

“María Elena Fernández “

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 “María Elena Fernández” Calladita y recatadita la muchachita, pero con un angel que solía volar... María Elena, llegó a la clase inolvidable, cuando pasamos a quinto año, era tímida, con unos ojos de mirada penetrante. En los recreos, en vez de jugar, se ponía a leer y se sabía de memoria más de una historia. Pero en las clases de educación física, cuando se sacaba una pelota de basketball, ella sacaba una habilidad, que uno no esperaba, pues no encajaba con su recato y timidez. De trato amable, como estudiante siempre destacó. La última vez que la vi, era toda una mujer, guapa, fue en un bus, yo andaba en las vueltas de mi tesis y ella por concluir sus estudios en relaciones internacionales y diplomacia, ojalá, la vida algún día nos permita coincidir y compartir con todos los compañeros de la escuela. Oxwell L’bu copyrights 2022 #Escueladariogonzalez

“Silvia Aracely López Rogel

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 “Silvia Aracely Lopez Rogel” La elocuencia del silencio, solo puede ser escuchada por aquel, que más que observar, contempla la vida... Silvia López, era de las chicas calladas de la clase, de las que muestra cierto grado de timidez, de las que en sus opiniones mostraba gran sensatez.  En aquella clase inolvidable, ella siempre era muy amable, aunque ponía en su lugar a los que les gustaba bromear. Ella era de esos estudiantes, que sabiendo la respuesta, prefería que alguien más contestara, aunque su buena memoria la delatara. Ella es de esas personas cuya amistad es para siempre. Oxwell L’bu copyrights 2022

“Mi amigo y compañero Mario”

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“Mi amigo y compañero Mario” En ese pequeño lapso de vida, que el destino nos permitió compartir, hay tantas historias, tantas memorias, que bien podría escribir un libro. Mario Alfredo Rivera Días, es parte de esos años maravillosos, años de niñez a la que se quiere volver más de una vez... Fuimos amigos y compañeros de escuela, un patojo aplicado, con el norte de su vida bien marcado. Fuimos lobatos y scouts, en el grupo 51 de la Colonia y al terminar la primaria, ingresamos al Hall y somos parte de esa promoción un mismo corazón. Compartimos nuestros juegos y deseos de aventuras en los callejones de la Colonia, así como a la hora de recreó. Mario era aplicado, bien portado, pero cómplice en más de una travesura. Como scout, siempre listo para la misión y cómo Hallista, un luchador, que no claudicó. Pasaron los años y la vida volvió a conspirar y me lo volví a encontra, es de esos encuentros que dejan huella o más bien continúa haciendo huellas en la vida. Y aunque ya no éramos aquel

“Mi amiga Marta”

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 “Mi amiga Marta” La búsqueda de la excelencia, no es un lugar, es una forma de vida, que a lo largo de nuestra existencia va... Marta Eugenia Dabbah Lima, la conocí desde niña, siempre competitiva, siempre presta a caminar esa milla extra, pero sobre todo solidaria en la amistad.  Fue durante esos años de primaria, los años más felices de la vida, en medio de juegos, tareas y recreos que la conoc í. Yo un muchachito flaco, que siempre parecía ausente, ella una niña estudiosa y aplicada, que parecía de los libros enamorada y en esa dicotomía, la escuela o la vida nos puso a competir, pero ella siempre destacaba, y lo demostró el día en que participamos, representando a la escuela en el programa Mentes Sanas del profesor Rubén Alfonso Ramires(QED). Después de aquellos años de primaria, me la volví a encontrar, ahora hablaba inglés y tenía planes por realizar, yo en la universidad acababa de empezar. Luego la vida separó nuestros caminos y a los años me vine a enterar de sus logros como

“Una clase inolvidable”

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 “Una clase inolvidable” (Escuela Darío González) Somos una clase inolvidable, con una maestra inolvidable y cada personaje, cómo extraído de los heraldos de la literatura, que anuncian historias sin fin... Fuimos de esa clase de estudiantes, donde el respeto, hizo que se forjaran amistades inolvidables y con el sello de para siempre. En la clase los niños a las niñas nos sentaban separados y si más de alguna vez tuvimos alguna riña, con una niña, pero igual los varones las queríamos y las protegíamos. En aquellos años, en que al inicio de cada clase, la maestra pasaba lista, nosotros nos sabíamos de memoria el nombre de cada compañero, cosa que hoy es difícil recordar. Al escuchar tu nombre, contestabas, buenos días, presente y si alguien era ausente, a falta de teléfono, al terminar las clases lo íbamos a visitar. Fuimos una promoción que amamos a nuestra escuela y a nuestra maestra, porque allí vivimos años maravillosos y preciosos que llevamos atesorados en el corazón. Aprender, no

“Escuela Darío González”

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 Escuela Oficial Urbana Mixta N. 115 Darío González” Colonia Primero de Julio Generaciones de niños han pasado por sus aulas, cada cual con sus sueños y aspiraciones…Quien podrá olvidar ese primer día de clases que marca una nueva etapa de la vida, ese temor ante lo desconocido, esa incertidumbre que se siente cuando vez a  tu mama partir y te toca por primera vez enfrentarte solo a un nuevo mundo…Pero siempre hay alguien que es como una bendición, alguien que te abre la puerta y te hace sentir bienvenido, una maestra, un compañero, un amigo  que se yo… Mas para hacer una pequeña reseña de la escuela, necesitamos primeramente remontarnos a los orígenes y en primer lugar a quien debe su nombre.  El cual lo debe al doctor  José Darío Gonzales Guerra (1935-1911), connotado  intelectual de origen salvadoreño radicado en Guatemala donde desarrollo su labor.  El  doctor Darío González se graduó de médico cirujano de la facultad de medicina de la Universidad de san Carlos de Guatemala, donde