“El suéter rojo”


 “Ese suéter rojo”

En esos años, en la Colonia, habían dos escuelas, la Darío González(en jornadas matutinas y vespertina) y la Primero de Julio, que por las tardes se llama Francisco Marroquín, la Adrián Inés Chavez era aún un campo de juego.

La alegría de la patojada jugando y retozando, se interrumpida por la escuela. Y allí se veía a los niños por las calles de la colonia, caminando presurosos rumbo a la escuela, unos atravesando los campos polvorosos de fútbol y otros rumbo a la loma. Todos vestidos en blanco y azul, que eran los colores típicos de las escuelas públicas en Guatemala.

Eran los años setentas, con todo el colorido de la moda hippie y esa música reflexiva sonando en las radios, tanto en inglés como en español, los jóvenes usando sus pantalones acampanados, a veces exagerados, de cintura baja y las playeras plagadas de leyendas o con dibujos con un Paz y amor. Fue por esos años en que un grupo de maestras de la escuela Darío González, deciden darle un toque diferente, al típico uniforme, usado por las chicas y los chicos y se ponen a crear un suéter, que fuera distintivos, aún en la distancia, para poder reconoces a los que estudiaban en la Darío en medio de aquel enjambre de niños recorriendo las calles y callejones de la colonia.

Fue así que crearon, el suéter rojo, con dos líneas  líneas verticales blancas, flanqueadas por dos líneas delgadas azules a cada lado. El pantalón o falda siguieron siento azules y la camisa blanca, pero el suéter sería desde aquellos días el distintivo por excelencia de los estudiantes de la Darío.

Pero cabe preguntase, el porqué se escogió, el color rojo. El color rojo activa la mente, por lo que puede aprovecharse la proyección de energía como elemento motivador y las franjas, azul y blanco, son una evocación a la bandera. Lo cierto es que la combinación resultó ser muy atractiva y distintiva del establecimiento. 

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