“Esos distintivos escolares”
“Esas distinciones que recibí en la escuela” No he de negar, que los primeros años de escuela fueron como un verdadero dolor de muela… En aquellos años, cuando los juegos llamaban mi atención, en el que el fútbol era mi pasión, ir a la escuela era como un castigo, más de algún compañero fue testigo de mis capiusas y esas escaramuzas. Aprendí a leer y a escribir muy rápido, incluso antes de empezar las clases, pero no me aplique, porque no le encontraba razón el estar repitiendo la misma lección; me aburría y de repente nadie sabía a donde me había ido yo. Todo aquello me hizo acreedor a los distintivos con que se etiqueta a quien no es el mejor. Pero yo, ni lento ni perezoso, le arrancaba las hojas a los cuadernos, me capiusaba para irme a lo en verdad me interesaba explorar la naturaleza(en los barrancos) y jugar. Lo de ser zurdo tampoco me vino a ayudar, pues al parecer serlo no iba de acuerdo con la uniformidad. Creo que por no querer tolerarme un año más, mis primeras maestras me